Uno de esos lugares especiales dentro de Galicia. Este poblado de casitas de madera se instaló en la Navidad de 2016 para recrear la magia de esa época, pero como a los niños les encantaba este pueblecito, decidieron mantenerlo durante todo el año.
Las casitas tienen todo lujo de detalles, las hay con muebles en miniatura, sus literas, ventanas, pizarras, toboganes, columpios… Hay un bus londinense con asientos, un avión, Rudolf con su trineo… Los niños pueden entrar dentro tanto de las casas como de los vehículos e interactuar con ellos.
El parque es bonito durante todo el año, pero la época más especial para disfrutar de él son si duda las Navidades, cuando se llena de luces.
