Granja Labrada

La Granja Labrada en la provincia de A Coruña (aproximadamente a medio camino entre Ortigueira y As Pontes) es un lugar interesante para pasar unos días de relax y desconexión. Nosotros vivimos una experiencia agradable, pero lamentablemente hubo varios puntos en los que no estuvo a la altura de nuestras expectativas.

Los puntos positivos que encontramos fueron unos animales muy felices, cuidados y respetados y un personal amable y comprometido.

Al llegar, nos encontramos con una fiesta genial, O Serán do Sor, una gran foliada popular con música y baile hasta altas horas de la madrugada. El ambiente era inmejorable, había puestos de comida, actuaciones, clases de baile, gaitas, panderetas… Pero habríamos agradecido que se nos hubiera informado bien antes de nuestra llegada de lo que nos íbamos a encontrar exactamente, una gran fiesta que se alargaría por la noche que se oía al intentar dormir. Depende de la idea del viaje que tengas, especialmente con niños, puede que no sea exactamente lo que buscas cuando te alojas en una casa rural.

Además, la casa no era cómoda. La neverita, además de pequeña, estaba estropeada y no enfriaba (tuvimos que tomar bebidas calientes y al cabo de dos días se nos empezaba a poner mala la comida), no había TV, el acceso a internet era muy deficiente y sólo desde determinados puntos de la casa, no había persianas (en una de las habitaciones había unos estores que apenas tapaban la luz, en las otras dos estancias con camas no había nada y entraba la luz directa). Tampoco había ninguna taza ni cuencos y sólo cuatro vasos y cuatro toallas grandes en un apartamento pensado para ocho personas. Nos dejaron una parrilla, lo cual es un detallazo, pero también estaba en muy mal estado. En fin, no era una casita en la que apeteciera estar.

Las actividades nos parecieron algo pobres para lo que ofrecían. La visita a la granja, con un precio de 15€ por niño (en nuestro caso 45€, ya que viajábamos con tres peques), consistía en ver unas ovejas más o menos de lejos y luego acercarnos en tractor a darle de comer a un cerdo. Al parecer las gallinas que tenían fueron atacadas por un zorro y a los ponis no nos acercamos. La experiencia del tractor les encantó a los peques y el cerdo era graciosísimo, pero la descripción que aparece en la web de la actividad la consideramos engañosa y el precio desproporcionado (más del doble, por ejemplo, de lo que cuesta una visita a Xanceda de dos horas con actividades, bibe a los terneritos y degustación de producto). En cuanto al paseo a caballo, dura en total aproximadamente una hora, pero incluye el cepillado, la montura, etc. En fin, la ruta dura menos de 20 minutos, por un precio de 25€ por persona (cinco personas en nuestro caso, 125€). Nos encantó el amor por los caballos que transmite el personal, pero el sabor de boca después de la actividad fue agridulce.

En la web indica que puedes acercarte a su huerto y coger las hortalizas que necesites, pero cuando fuimos no había nada plantado, sólo malas hierbas. También habla de frondosas arboledas, pastos infinitos, molinos secretos y más de 10 hectáreas de bosque, pero cuando preguntamos qué hacer sólo podíamos dar un paseo por sus instalaciones y estaba todo vallado, por lo que todo el paseo, a paso rápido, se hace en unos 10 minutos.

En conclusión, aunque el entorno es bonito y las personas que atienden en la granja son amables y transmiten amor por los animales, tras nuestra experiencia no podemos recomendar la visita a la Granja Labrada, ya que nos parece que la experiencia que ofrecen no está a la altura de lo que prometen y la relación calidad-precio es mala. Aunque, depende de lo que busquéis en vuestras vacaciones, es posible que a vosotros sí os encaje.

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